Paquita tiene una pena,
Paquita quiere más...
Vacaciones... y verano...
Olas de calor
Y tener la regla es un verdadero coñazo, este semana ha sido de estar tumbada en el sofá, con la tensión por los suelos y el ventilador a tope.
Pero algo bueno saco: Paquita Salas
La devoré en dos tardes, de una primera temporada tímida en recursos y con el cuerpo cachondo de Paquita hasta la evolución de textos de su tercera y creo que temporada final.
Con la evolución y el reciclaje como nos pasa a quienes no nacimos como nativos digitales y hasta nos resultan incomprensibles las generaciones que van más adelante incluso de los temidos Millenials.
De por estos lares me quedo con los versos cenicientos de Toro Salvaje que lo mismo te lanza una oda a la luna y las estrellas como te retrata fielmente a las tocinas que se creen princesas en la playa o igual te da una vomitada de realidad y soledad en medio de una sociedad cada vez más convulsa.
En fin...
Sin nada más que agregar
Que las neuronas se me achicharran como mi cuerpo abrasado por el calor infernal.
Que si... amo el verano porque me recuerda a mi vida tropical, solo que créanme, el clima del trópico es de primavera todo el año, por lo que resulta tímido frente a los calorazos que por encima se añoran en el frío y húmedo invierno.
Nota mental: siento, no, mejor dicho, tengo la certeza que una puerta se ha cerrado.
Pero tal cual como dicen: una puerta va, se cierra y sin esperarlo una ventana que se abre...
