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lunes, 13 de diciembre de 2021

Lealtad

Hay situaciones en la vida que te ponen a prueba.

Y si tienes a alguien al lado que las supera contigo significa mucho evidentemente.

Ayer cumplí siete años de casada, que en pareja llevo casi dieciséis, pero legalmente oficialicé mi relación un doce de diciembre de un día lluvioso en Coruña.

Ayer se puso nuevamente a prueba mi lealtad hacia ti.

Una lealtad que he decidido sea inquebrantable, aunque muchas veces tus acciones hagan que reste en vez de sumar.

Te soy y seré leal para siempre, pase lo que pase, por lo que has hecho por mi este año: verme en mis peores momentos y seguir allí, hacerte cargo de todo, cuando yo no podía.


Suma por tu amor hacia L y M.

Suma por cada gesto y sorprenderme siempre.

Suma por tratar de complacerme.

Suma por seguir.

Hoy quizás no es momento de decir cuando resta, porque seria el lado B que echaría por la borda las líneas anteriores. 

No se si estaremos juntos siete, veinte o ningún año más. 

Lo cierto es que te doy las gracias por estar hoy, después de la resaca.

Hace poco decías que no entendías por qué si tanto digo, igual sigo a tu lado. El silencio hacía eco a mis lágrimas y no hubo respuesta. 

Evidentemente porque te amo, aunque me duela reconocerlo porque eso implica bajar la guardia.

Como no podía ser menos, una canción de Amaral que bien forma parte de nuestro soundtrack, hoy toca Perdóname...

miércoles, 1 de diciembre de 2021

Retazos de mi

Intenté volver a Petite Conte, pero la imposibilidad de responder a comentarios cuando quiero, me recuerda el por qué había dejado ese blog.

Como si el universo HTML me recordara por qué es mejor dejar ese blog en Santa Paz.

Casi un año sin estar, sin ser, ni escribir.

Un año donde ya me creo cualquier cosa.

Como que existen los extraterrestres, donde la alienación es regla, donde dos más dos pareciera ser cinco tal como vaticinó Orwell.

Hablan de apagones y apariciones.

Hemos aprendido de cepas y mutaciones.

De silencios, quizás autoimpuestos.

Casi muero, literalmente.

Mi cuerpo me sorprendió con un positivo el 08 de enero y el tiempo se tradujo en semanas.

Comenzaron los vómitos y la pérdida de peso; lo que para el denominador común es motivo de emoción y alegría en mi se tradujo en reposo casi absoluto.

A la ocho un hematoma en el útero.

A la doce me hablaron de alteraciones, porcentajes y mil riesgos, por primera vez me hicieron una biopsia.

A la trece una llamada recordándome las clases sobre Herencia y ADN. El vocabulario hizo pausa en la X y la Y y una ligera sonrisa por fin afloró de mi cara.

A la catorce me advirtieron sobre malformaciones.

... Y tu corazón latiendo, intocable

A la dieciséis indicaron que el hospital sería el sitio de mi recreo semanalmente hasta el final.

A la veinte parecía que la cosa se estabilizaba.

Pero llegó la treinta y comencé a inflarme como un globo.

Mi cuerpo dejó de pertenecerme.

La tensión hizo piruetas en un sube y baja peligroso.

Me convertí en una fábrica al estilo de otrora. Mis células trabajaron 24/7 sin descanso.

Por un instante temporal fui Dios.

Hasta que tuve el placer de conocerte.

Sentirte entre mis brazos, amado M.

Volví a sentir que el corazón me estallaba pero esta vez de amor infinito.

Pude volver a comer sin vomitar.

Mi tensión volvió a su centro.

Mis piernas regresaron a su volumen.

En total quedé con cuatro kilos menos que hace un año

Tres meses después, aún no me hallo exactamente porque tengo el cóctel hormonal intentando estabilizarse.

M. aún no se exactamente por qué Dios o el destino te trajo a mi vida, será para enseñarme que puedes ser un hombre bueno en el futuro, que no todos son malos

Eres mi compañero de cama, quien me ilumina con tu sonrisa por las mañanas, el que me da su manito para que no me sienta tan sola.

Gracias, por tanto, en tan poco...