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lunes, 30 de septiembre de 2019

Fe de erratas

El editor jefe me hizo una corrección al texto anterior.
Sugería la inclusión de otra inicial más.
Sin embargo, incluirla, seria parte de otra historia, meramente literaria por el momento.
Que eso sí, nació sin saberlo como consecuencia de lo anterior.

Hoy amanecí con esta canción en la cabeza.
Usaría sin duda dos palabras para describirla: impecable y atemporal...
Vaya por Dios.

 
Feliz lunes!

miércoles, 25 de septiembre de 2019

2005

Ahora entiendo por qué el terapeuta me sugirió escribir.
Para ver lo que he evolucionado, lo distante y poco importante que me parecieron los hechos que viví en el año más intenso de mi vida (hasta ahora).
Era una jovencita del montón, única relación seria de tres años. Preparativos de boda.
Iglesia vista.
Banquete.
Hasta luna de miel.
Por sus recovecos solo había pasado un solo hombre de verdad.
Y se dijo ¿Solo uno? ¿Solo va a ser uno?
Follaba como si no existiera un mañana.
Más allá de eso, no había mucho en común.
Finales de agosto.
Y mandó todo a volar.
Acabó con relación, con idea de boda, con un futuro previsible.
Comenzó a salir con quienes se hacían llamar basura de la "alta suciedad" como canta Calamaro.
Ahogó sus penas con ellos todos los findes de septiembre y octubre.
En la semana aparentemente seguía igual.
Lo que esperaba fuera una línea recta, comenzó a ser zig-zag...
Era libre.
Comenzó a escribir en los entonces famosos espacios de msn. Se hacía llamar La Nena. Y tecleaba todo lo que vivía en ese blog, sin freno, sin ahorrarse emociones.
Allí comenzó a intercambiar ideas de todo tipo con esos amigos del café y de los bares, que le abrieron las compuertas de una vida que no se imaginaba.
Su cuerpo experimentó con D, el primo de F, ese de Zaragoza con quien tanto se identificaba. Lo sentía su amigo. Y la amistad acabó en el momento que decidió que fuera como lo llaman ahora "follamigo".
No estaba preparada, para que le dijera sin anestesia que no sabía hacer feliz a un hombre en la cama. Fue una estocada que no esperaba.
Por ello se lanzó a ligar, fue la consecuencia inmadura de esa estocada a su estima.
Fueron L, W, A, C y otros pocos que honestamente ya no recuerda o pretende haber disipado de su memoria.
El corazón atrincherado.
No tanto su mente. Menos su cuerpo.
Y si, salió de la zona de confort.

Lloré, reí, viví como nunca.
¿Saben con quién terminé?
Con un odioso conocido: F, el primo de D.
Siguen siendo primos, en la distancia.

***
Si en 2004 me hubieran dicho:
No te vas a casar con JP.
Saldrás con F, sí, el rockero, el vago ese que no estudia y que te hizo la adolescencia un tanto imposible, el hijo de la amiga de tu mamá. De hecho tendrás una hija con él.
Te irás de Venezuela.
Volverás.
Y tendrás que marcharte de nuevo a España, pero eso si, vivirás en Cataluña, te gustará Barcelona.
Jamás lo habría creido, diría que en otra vida o que simplemente era el futuro de otra persona.

***

Han pasado 14 años.
Y ya creo que todo es posible.
Todo y Nada

Esta foto era mi carta de presentación en ese blog.
Deducían de forma equivocada que era más alta de lo que soy en realidad.
Y a D le dió por bautizarme irónicamente como Miss Galicia.


De ese 2005 ya no queda la intensidad emocional.
Mentalmente he hecho las paces conmigo misma que es lo más importante.
Por ello ya no necesito mirar al pasado, ni escribir sobre lo vivido, prefiero reservarlo para mi memoria y ese diario inconcluso al que no me hago asidua.

Eso si, para siempre quedará Bunbury y poco más, por ello hoy: Los restos del naufragio.

lunes, 23 de septiembre de 2019

Los 40... no se si principales

Todo un verano sin venir aquí.
Y la última pisada, donde esbozaba la apertura de una ventana, que se cerró por una ventisca de golpe, sin esperarla.
Quizás por eso regreso... para amortiguar el impacto.
Pisando con cuidado, porque con los cristales que hay por el suelo, corro el riesgo de rasgarme, no solo las plantas de los pies, sino también esta mente ya de por si desgarrada y llena de unos cuantos arañazos.
Vaya por Dios, arranco intensa, de forma inusitada, cuando lo que menos quiero es eso.
Este verano cumplí 40. Si CUA-REN-TA.
Soy consciente de ello y aunque he vivido mucho, tengo esa sensación ¿Sabes? como cuando ves una película de hora y media: la primera media hora se hace cuesta arriba, pero cuando se vuelve interesante sientes que se pasa demasiado rápido y quedas con ganas de más.
O el mismo verano, que en junio se nos hace largo y en menos de tres helados y dos olas de calor, sientes esa brisa fresca que te abofetea la cara y te hace darte cuenta que ya es otoño.
A día de hoy mi vida es como jamás había imaginado.
Con sus cosas buenas y malas.
Con sus aciertos y errores.
Con personas por conocer, que no se si conoceré algún día.
Con puertas que se cierran.
Ventanas que se rompen.
Con dudas resueltas.
Con preguntas infinitas.
Con metáforas a cuestas.
Con una soledad disfrutada.
Con una compañía, que ya no acompaña.
En fin.
Con un inicio, de no se si los próximos cuarenta.

De acompañante hoy, mi preferida de Coldplay


De imagen, la de un tal otoño hace la friolera de cinco años atrás. En Coruña.


PD: Y claro que si, la próxima visita será por esa ventana que estalló en mil pedazos.
Cuando haya barrido con cuidado todo...