Páginas

viernes, 29 de marzo de 2019

Jaque Mate

De la época de Cuentacuentos, este escrito se inspiró en el año 2006 a partir de la frase:


Encontré escenarios de colores y sentimientos de blanco y negro
 
Con su sonrisa alegre y su mirada risueña
se levantó Anna a preparar el desayuno
con su caminar de gata y su voz de seda
movió un peón al acercarse él,
Amor, el desayuno, y a través de la mesa
rodaba ya el plato
respondiendo al movimiento, su esposo en la estocada
con cara algo cansada, por la juerga en madrugada
le responde con un beso, más de costumbre menos de fuego
ya está astillado, el sentimiento ahora es hielo
con mirada fría y sus dedos de acero, comienza a comer
Excelente Anna eres buena cocinera, si así fueras en la cama, no tendría que correr
Y así con su toque de ironía, más que un peón, ganó el punto de alfil
pues ese lateral no lo esperaba
directo al corazón de una reina
que estaba algo más que metida en la cocina
Te gusta entonces lo que te he preparado?
con voz tierna decía, susurrando una canción
Si amor, respuesta hueca sin puntaje en la partida
Corazón, además de lavandera
me he dedicado últimamente a otros menesteres
la rubia de anoche era acaso una cliente?
O la has encontrado solitaria y sin papeles?
Palidecía entonces el hombre descubierto
se sentía asfixiado, con un dolor inmenso
Y entonces amor?
subestimando a la sumisa, has caído en mi juego…
Movimientos ganados, una torre, dos caballos y un alfil
Y ahora a por el rey…
paseando sus dedos suavemente por su espalda
Querido, responderás a mis preguntas?
Su mirada impenetrable, sus dedos aún más fríos
su boca hecha rictus, no se atrevía a contestar
Pero dime, decía entre sonrisas tiernas y animadas
Dime, quién ha sido ahora?
acaso la vecina con sonrisa de marfil?
o pudo ser su prima, quien te vino a perseguir?
No contestas ahora, mi dulce amor soñado?
te ha sentado bien, lo que comiste con agrado?
Calla infame, poca cosa, cocinera y nada más
por eso es que busco en otras lo que ya tu no me das
Ligera amenaza a su torre, pues otra vez cocinera
así queda hecha nada, para alguien que una vez quiso
Pues ya tú, mí querido tormento
no buscarás por ahora….
Y mientras perdía el conocimiento, hacía efecto el veneno
Por ser tu cocinera
Por ser tu peor es nada
Por ser siempre prisionera
Lo que merecías desde hace tiempo
No niegues, date por vencido, siempre habías ganado
Pero de ahora en adelante gano yo
Jaque mate

Y así Anna salió triunfante de la cocina, cantando su canción, ya no le cocinaría más...
 

miércoles, 27 de marzo de 2019

Coisa Mais Linda

Al ritmo de Bossa Nova, comenzó una serie de Netflix, solo 7 capítulos y yo ni idea que se estrenó la semana pasada, simplemente presioné el OK y allí lanzada al mundo tropical, al pasado, vamos, a una época donde ni mi mamá había nacido.
No es la primera vez que veo una serie de Brasil: Tieta, Xica Da Silva, Por Amor...
Solo algunos de los nombres de historias distintas, si se quiere rompedoras para el género tradicional de la telenovela en Latinoamérica, acostumbrada a las (pésimas) historias rosas que se han repetido en bucle con el mismo tipo de personajes.
¿Dónde estamos paradas las mujeres? ¿Qué papel jugamos?
Porque por increíble que parezca en 1959 se vivía violencia de género, machismo desmedido y no, una mujer no podía pedir un préstamo sin la compañía del marido o debía decidir si ser madre/esposa o dedicarse al mundo profesional, donde ciertamente no era muy bien vista.
¿Y ahora?
Ahora es el 2019, y daré un pequeño vistazo:
Cambiamos la forma de vestir, menos algunas que desfilan con glamour modelos de los cuarenta y cincuenta en Instagram.
Las más jóvenes proclaman a los cuatro vientos dejarse los pelos al aire, destacan el poder femenino por sobre todas las cosas y entornan los ojos con cierto deje de asco hacia los colores pastel.
Y sí, en muchos países podemos votar (y botar también), abrir cuentas bancarias y sobrevivir en el mundo pensado para hombres.
Hoy en día no es cuento eso del techo de cristal y por más que se han tratado de cambiar las cosas, lamentablemente nos parecemos más de lo que deberíamos a esas mujeres de hace casi sesenta años.

Comencé a trabajar a los veinte, a punto de terminar mi carrera como contable en una firma internacional de auditoria, me juré a mi misma que jamás haría labores domésticas para/por un hombre, no me planteaba la maternidad y mi mundo comenzaba a las seis de la madrugada enfundada en unos tacones de más de diez centímetros.
Llegaron los treinta y con ellos el reloj biológico dio paso a la maternidad.
Y... y casi llegan los cuarenta y siento que voy hacia atrás en lugar de avanzar.
La que nunca se planteó jugar a las cocinitas, hace un mes tuvo que escuchar:
¿Por qué no puedes ser una esposa normal?
En silencio pensé: porque soy una antisistema, pero me callé, fui al baño y casi no reconocí a la mujer que tenia frente al espejo.
De cara al público, la que antes se mantenía y hasta casi mantenía hoy en día está en el paro, por muchas razones, entre ellas porque espero que mi proyecto profesional cuaje, porque soy rebelde y me niego a estarme quieta en una oficina (aunque a veces me tiente lo contrario), dando los pocos mejores años profesionales de vida que me quedan para un tercero que independientemente del sexo, se que me va a explotar ¿A cambio de? Canas, estrés y por encima alejarme de mi hija, durante los años que vislumbro serán críticos (su adolescencia).
Llevo dos semanas duras y agónicas.
Tengo un hada del sexo... vamos si los niños tienen el hada de los dientes, pues eso.
Esta hada me hace lanzarme sin límite al mundo de la pasión, esa que guardo bajo llave porque se a lo que me conduce.
Lo cierto es que fueron dos semanas, con un predictor negativo la primera (en ese momento cara de alivio frente al espejo) y con otro predictor la segunda...

Ya no frente al espejo, era incapaz de ver el resultado.
Así que hablé con mi marido quien pálido ante la noticia, ve el resultado: negativo.
Me comenta ya con más color en el rostro: Gracias a Dios ¿Te imaginas?
Que si me imagino...
Ante mi desconfianza por muchas cosas, respiré tranquila este domingo cuando por fin llegó una menstruación que no entiendo muy bien por qué se ausentó o sí: por siestas con inventos incluidos, por estrés, por cuestionarme mil cosas y porque creo que más que los cuarenta, se acerca una menopausia que reconozco es bastante esperada, al menos por mí.

Quedan varias conclusiones, ante este escrito un poco sin sentido:
1.- No entendí el final de la serie, en caso de extenderla a una segunda temporada, quizás vale, pero al menos yo, la habría terminado de un modo mucho más interesante.
2.- Las mujeres aún tenemos mucha mier... que quitarnos de encima si queremos realmente ver la luz.
3.- Apostaré por el concepto de la resiliencia.
4.- Estoy casada con un patán. Pero esa definición se las doy otro día.
5.- No seré madre por segunda vez y sí, estoy aliviada porque definitivamente en mi caso, la maternidad no es para mi (con una única excepción).

En fin ¿Ponemos algo de Bossa?

Digo, para relajar el ambiente...


viernes, 22 de marzo de 2019

Diferentes rostros... el mismo pensamiento

Este blog parece recién salido del horno.
Y resulta que en 2005 eran escritos al viento en MySpace... allí fui lanenala
En 2008 ante el traslado multitudinario a Blogger nacieron Poesía Incierta y su hermano perdido Dentrosicalipsis.
Del primero y  para no dejar rastro abrí Petite Conte cuando llegué a Barcelona el año pasado.
Del segundo ni yo misma tengo acceso; lo cierto es que albergaba una novela suculenta que afortunadamente descansa tranquila en "Mis Documentos" de la máquina donde escribo y de mi disco duro externo por si acaso.
Tanto salto, respaldo y backup volvió loco al Sr. Google y no, ese no se trastorna fácilmente.
Lo cierto es que en un año no he podido comentar ni comentarme, caí en una especie de mutismo poco voluntario.
Por ello decidí cortar por lo sano y abrir un nuevo blog con otro correo, nuevo perfil Blogger y un brindis a mi salud, porque soy una romántica perdida que aún cree en esto del Blog aunque se murmure que a la mayoría ya les han dado cristiana sepultura.

Petite Conte quedará abierto para siempre, o hasta que a Sr. Google le de por quitarse de en medio tanta escritura, cuando lo que se llevan son poco caracteres, o aún mejor, imágenes puras y duras que son las que mas venden.
Eso sí, allí no habrán más poesías o cuentos, de tanto en tanto verán la luz por aquí, en especie de renacimiento, porque lo merecen y porque la mayoría surgieron cuando a alguien se le ocurrió la creación de algo llamado Cuentacuentos, donde, a partir de una frase, todas las semanas nos deleitábamos con historias ajenas y propias.


Gracias por estar.
Por llegar y quedarte.
Por leerme en silencio.
Porque de una u otra forma,
Siempre me haces compañía

Muérdeme


Bésame pero no tontamente, arráncame los labios sin compasión
mientras yo te arrebato una sonrisa tonta
Átame, a la cabecera de tu cama y no me sueltes hasta volverme loca de placer
mi lengua comenzará a hacer espirales
Enrédame entre tus piernas y que no se salve ningún rincón de la cama
moriré unos segundos para volver a renacer

Anoche fue maravilloso, como una entre miles
¿Esta noche volverás?
Que no se quede en promesas
Mientras tanto debo marcharme,
la realidad me aguarda para la cena

Te extraño a rabiar entre sollozos ahogados
ciento veinte días no son suficientes para que mi mente se reprograme... sin ti
Y no es cuestión de días, mientras mas lejos estás físicamente
mi mente y mi cuerpo solo responden al recordarte y rememorarte
ojos de océano, como la distancia silente que nos separa

Mientras preparo algo de comer
una pequeña herida me hace llevarme el índice a la boca
y el recuerdo agridulce de tus dientes mordiendo mis dedos
vuelve incesante para hacerme mas daño

Muérdeme anda, aunque sea en sueños, para aplacar el vacío
que nos impone mi exilio