Y si tienes a alguien al lado que las supera contigo significa mucho evidentemente.
Ayer cumplí siete años de casada, que en pareja llevo casi dieciséis, pero legalmente oficialicé mi relación un doce de diciembre de un día lluvioso en Coruña.
Ayer se puso nuevamente a prueba mi lealtad hacia ti.
Una lealtad que he decidido sea inquebrantable, aunque muchas veces tus acciones hagan que reste en vez de sumar.
Te soy y seré leal para siempre, pase lo que pase, por lo que has hecho por mi este año: verme en mis peores momentos y seguir allí, hacerte cargo de todo, cuando yo no podía.
Suma por tu amor hacia L y M.
Suma por cada gesto y sorprenderme siempre.
Suma por tratar de complacerme.
Suma por seguir.
Hoy quizás no es momento de decir cuando resta, porque seria el lado B que echaría por la borda las líneas anteriores.
No se si estaremos juntos siete, veinte o ningún año más.
Lo cierto es que te doy las gracias por estar hoy, después de la resaca.
Hace poco decías que no entendías por qué si tanto digo, igual sigo a tu lado. El silencio hacía eco a mis lágrimas y no hubo respuesta.
Evidentemente porque te amo, aunque me duela reconocerlo porque eso implica bajar la guardia.
Como no podía ser menos, una canción de Amaral que bien forma parte de nuestro soundtrack, hoy toca Perdóname...