Por el contrario en el tema personal puedo afirmar que hace muchos años no me sentía tan cómoda en mis zapatos.
Afortunadamente pude pasar página real con Ojos de Océano, nada como dejar de idealizar el platonismo.
Quedó pendiente un café que se me hace eterno
¿Quién sabe si el año entrante?
A veces me gustaría, otras temo que desvirtualizar apague el piloto de encendido.
Con las cuatro estaciones me voy llevando mejor, que no signifique que estoy ya acostumbrada al invierno, solo se que es pasajero, como las cosas buenas y malas.
Agradezco a la vida por encontrar compañeros virtuales nuevos como Toro Salvaje o Gildardo, sin ellos, la vida en este mundo seria menos llevadera, también porque sigan abiertos blogs como los de Òscar o Xan.
Para el año entrante no pido o espero nada, es lo más sano para mi ansiedad, esa que a veces acecha y me hace pasar sustos tremendos.
Que fácil es escribir "Vive el Presente" complicado es en el día a día, pero reconozco muchos avances, poder salir a la calle sola, poder tomarme un café con mi hija o irnos de tiendas, poder montarme en tren sin salir corriendo en la primera parada, son hechos que parecen banales o sencillos pero que en realidad para algunos representa un paso gigante, ganar en independencia mental es realmente valioso, mucho más que te toque la lotería.
El plano emocional fue de altibajos, el sentirme sola físicamente, los reproches recíprocos, las discusiones y la rutina, merman cualquier relación. Por mi bienestar prefiero pasar de puntillas y aprovechar esa soledad que antes tanto miedo me generaba.
Como diría Cerati, a este 2019 no puedo más que darle las "Gracias Totales".
Y culmino como no, con una canción que en bucle suena hoy en día en mi cabeza:
