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martes, 19 de noviembre de 2019

Tertulianos

Detesto a los tertulianos y más los que escriben de forma estéril, regodeándose de conocimientos huecos sin hacer mucho más que criticar cualquier otra forma de escritura, opinión o vida distinta a la que estos seres poseen.


Hay personas, aparentemente pensantes que critican incluso programas vomitivos como los que circulan en la televisión nacional, sin darse cuenta que caen en el mismo saco, solo que se sacan de la chistera un tema diferente, pero el fin el mismo: hablar/escribir paja, pura y dura para el beneplácito de unos pocos, convirtiéndose en lugar de reyes, en bufones de recintos a la larga vacíos.
¿De qué te sirve tanto conocimiento?

Al final del día ¿Aportaste algo productivo?

¿Alguna solución a los problemas que dilapidas?

Enciclopedia ambulante y parlante, como loro repites sin entender ni siquiera el contexto.
Conocimiento amigo tertuliano, no es inteligencia.

¿Y a cuento de qué este escrito?
Yo que se, divagando, pensando en lo finito del tiempo y lo que se malgasta a veces.

martes, 12 de noviembre de 2019

Crónica de una mesa electoral

Este domingo me tocó ser Presidenta de Mesa.
Este lunes, de madrugada prometí firmemente no volver a votar, en caso de unas terceras elecciones.



La verdad jamás había estado del otro lado de la mesa, de ese que verifica nombres, subraya, anota y pase lo que pase, mantiene (o trata) la tranquilidad en el entorno.

Todo el que se acercaba, nos comentaba "puff que rollo te ha tocado".

A las ocho de la tarde, terminó el proceso de cara al público.



Y allí, la presión.
Comenzar el conteo, primero Diputados, sobres al suelo, clasificación de votos, contar, contar como si no hubiera un mañana porque los apoderados de cada partido rondaban curiosos, ansiosos, por tener números.
Nos cuadró a la primera, 456 votos escrutados.
Llenar las planas como aquellas que hacías de pequeño, actas de sesión, actas de escrutinio, actas de "vaya usted a saber".
Papeletas a la basura.
Y luego el pastel del Senado.
Algo similar a lo que hicimos multiplicado por tres.
Y si, al final tres horas de conteos; mi mesa culminó a las once de la noche, temprano según los organizadores de la Junta Electoral.
Todo en orden, todo correcto...
No tengo carnet de conducir, por ende no tengo coche.
No me entra en la cabeza que cada Presidente/Presidenta de mesa deba ir solo a los Juzgados a entregar todo el papeleo, después de los escrutinios.
Ya me quedé ojiplática cuando en la mañana y en un catalán fluido para pocos entendidos (vamos que no  entendía lo que me decía porque apenas voy por nivel B escaso) me decían tranquilamente que llevar los sobres corría por mi cuenta.
Reflexiono: para un mejor resguardo de esos sobres y dada la importancia que tienen, ¿No sería mejor que el Estado proporcionara el transporte para todos los Presidentes de cada centro electoral?
¿Tan elevado es el costo que prefieren que cada quien vaya por su cuenta?
Era la una de la mañana y llegué a una parada de taxi cagándome en todo, hasta la Constitución, muerta de frío, por los tres grados que aún no asume este cuerpo tropical.
No nos dieron ni agua durante las quince horas que estuvimos allí.
Desayuné/Almorcé/Cené en media hora escasa y por mi cuenta. Allí como digo, ni agua.
Durante todo el proceso, no prendieron la calefacción, lo se por la nariz de Rudolf el Reno que se me quedó a partir de las cinco de la tarde y porque todos miembros de las mesas lucíamos nuestras mejores galas Frozen.
La mayoría de los electores fueron bastante simpáticos, pero muchos te tiraban el DNI como si de una partida de póker se tratara.
Otros miraban primero, escuchaban mi acento (latino) después y me miraban preguntándose que hacía yo recibiendo su documento de identidad y dando instrucciones.

Con respecto a los resultados, en Cataluña ganó la fuerza por la cual voté, creo que esta vez pensé más antes que dar mi voto al PSOE (Aquí PSC) a la ligera.

En general se ha sentido el descontento o voto castigo, por algo igual corroboro en mínima escala, el avance de la ultraderecha, porque efectivamente, sacaron muchos votos, más de los pensados aquí en territorio catalán.

Esta mañana vislumbraba unas terceras elecciones, por la misma actitud de quien actualmente gobierna, con esa sonrisa y ese pecho inflado  el domingo en la noche.
Han pasado un par de días y al parecer se ha dado cuenta que, de no cambiar la actitud saldría por la puerta de atrás como el líder de la naranjita veleta.

Solo puedo concluir con dos frases:
1) Tú que me lees aquí en España, deseo que jamás te toque ser miembro de mesa, a no ser que se cambien los modos.
2) Dios nos agarre confesados...

jueves, 7 de noviembre de 2019

Magdalenas de Proust

Ojalá que todo el contenido que se produjera en YouTube por las "Influencers" de hoy en día, fuera algo similar a esto:

 
 
Al producir contenido para YouTube (como es mi caso, en el sector educativo) te das cuenta qué vale la pena y qué no.
Por mas contenido de calidad en las redes sociales.
Por mas difusión de un contenido que te deja algo positivo al final del día.
Lo se, parece utopía, pero creo que no es tan difícil ¿O si?
 


martes, 5 de noviembre de 2019

Volando voy

Si alguna vez has montado en avión sabrás la sensación de hueco que se produce en el momento del despegue y los siguientes diez minutos, donde, el avión (contigo dentro) pareciera movido por los hilos del viento.
Se eleva y proporcionalmente se incrementa el vacío en el estómago, en ese vaivén de vértigo que te hace consciente que te estás despegando del suelo de forma inestable.
Es en ese momento donde todo se hace más ligero y el miedo inicial evoluciona.
Lo que en el suelo parecía importante o incluso crucial, a medida que subes pierde sentido, porque lo único que te ocupa durante los próximos minutos (u horas) es que el avión no se despresurice en primer lugar y segundo que los motores y toda la maquinaria te mantengan arriba y luego evidentemente te bajen de manera considerada.
***
No, no se que tiene que ver lo anterior con el hecho de sacudirme mentalmente y sacar de manera cortés lo que me produce peso.
Prefiero continuar mi vuelo estable y en paz, en un matrimonio que despega y aterriza, a llevar conmigo un montón de carga que me produce una felicidad efímera y escasa.
Prefiero dormir tranquila y con la conciencia limpia.
Como dice la canción versionada recientemente por Rosalía (por cierto la única canción que realmente he disfrutado de ella).
Solo que esta vez
Me quedo Conmigo...