Páginas

viernes, 18 de diciembre de 2020

Mi pequeño Chernóbil

 Y no me da tregua mi pequeño Chernóbil

A veces me pego con el viento

Ya no me deslumbra el efecto

Solo pretendo aprender a vivir con ello


¿No tienes ganas que estos trece días pasen rápido?

Y llegue por fin el ansiado año nuevo... que vamos, es solo el día siguiente, pero cambiar de año, tal como lo conocemos, brinda un suspiro de esperanza, de novedad, de ansias...

El año entrante empezaré a estudiar de nuevo y tengo planes con derechos reservados.

Se que vendrán capítulos semanales de terapia entre cuatro paredes, saldrán sapos, ranas y uno que otro quebradero de mi caja de Pandora.

Entre ellos uno corto, intenso, dañino... con D, el de los ojos tristes, con su pasado impulsado por turbulencias, quien me inspiraba un abrazo infinito.

Volverá un efímero 2005 desdibujado por el sabor agridulce de los años.

Si D. hubiera elegido ser cantante, sería lo más parecido a Leiva. Su voz, ser un pequeño saco de huesos, con ese aire frágil, capaz de hacer(se) daño.

Compartimos cama, lágrimas, risas, confidencias... en una relación espacio temporal inversamente proporcional.

Fue mi pequeño Chernóbil

Tu que me lees ¿Te emociona que llegue un nuevo año?

3 comentarios:

  1. Brindis:

    Que llegue lo que tenga que llegar, que se vaya quien se tenga que ir, que duela lo que tenga que doler, que pase lo que tenga que pasar.

    Tres besos.

    ResponderBorrar
  2. Yo sí.
    Estoy muy emocionado con el 2021.
    Más que nada por ver cómo será la nueva pandemia...

    Besos.

    ResponderBorrar