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viernes, 9 de febrero de 2024

Los Velorios

Esta semana murió el abuelo de mis hijos. Más de setenta años, dos infartos a cuestas, un accidente de tráfico, pérdida del bazo y operaciones de caderas. Se fue a dormir la siesta y no despertó.

Lo malo, esa llamada a la una de la madrugada, de las que sabes que no anuncia nada bueno por quien te llama y por la hora. Lo peor, darle la noticia a mi marido porque había apagado el móvil.

Me dolió su dolor. Me rompí en pedazos al verlo llorar cuando nunca lo hace. Y el sabor agridulce de saber que no conoció a su nieto más pequeño.

Más allá me es imposible sentirme mal, porque no era ni soy especialmente querida por parte de su familia. Respeto el dolor pero no siento la debida empatía ¿Soy mala? 

Quizás... pero no va de esto lo que quiero expresar.

Es sobre el efecto de la partida de alguien y cómo se multiplican las frases "un abrazo" "te acompaño en tu dolor" "lo siento" hacia los que quedan.

Aparecen en el velorio los fantasmas que no habían aparecido en vida para decir estupideces como "no somos nada" y la palmada irritante en el hombro. Personas que no conocían a la persona o que no estuvieron allí para ayudar pero si hacen acto de presencia cuando la persona se fue.

¿Es en serio?

Odio los velorios.... salvo la familia más cercana como hijos, padres, hermanos, todos los demás son figurantes, personajes que muchas veces alaban al que en vida le clavaban el cuchillo por la espalda.

Bien es cierto que se cumple la ley marcial del no hay muerto malo. 

En muchos lugares los velorios se convierten en fiestas estruendosas y macabras.

De hecho cuando estaba en bachillerato, una profesora nos contaba que cuando estudiaba en la universidad, desayunaba en el velorio de turno en una funeraria cerca de su facultad. Desfachatado, incongruente, pero el hambre puede a veces más que los escrúpulos.

Hace unos veinte años mi pareja del momento me llamó para invitarme a un velorio. Confieso que en esa época era bastante curiosa y yo solo recordaba el trago amargo de los velorios de mi padre y mis abuelos. Total que llegué con él y sus primos, quienes conocían al difunto porque era el dueño del ultramarinos de la esquina. 

El velorio era en una de las funerarias más lujosas de la capital, repartían whisky, ron, cócteles, café en distintas versiones y pasaban mesoneros con bandejas de canapés. 

Yo miraba atónita a mi alrededor, al gorrón de mi pareja y su falta de empatía hablándome con la boca llena y diciéndome que comiera (al escribir estas líneas entiendo por qué lo dejamos, éramos demasiado distintos en todos los sentidos)

La viuda lloraba desconsolada, yo tímida me acerqué, la miré y me puse a llorar. Lloraba a mis muertos y me identificaba con su tristeza, ni ella ni yo entendíamos el circo que se había montado.

A veces la naturaleza de los seres humanos escapa de mi comprensión.

¿De qué le sirve al que se fue esas muestras de afecto?

¿Por qué no estuvieron en vida y echaron una mano? 

Aparecen cuando es más sencillo, cumplen con el paripé...

Odio los velorios a no ser que el muerto sepa de antemano que se va y pida una despedida a modo de fiesta, pero para eso, mejor un velorio en vida, sería más razonable pienso yo.

Celebren la muerte, si celebraron antes la vida y no lo contrario

PD: Culmino esta entrada con un nudo en la garganta por quienes se fueron antes de tiempo, entre ellos tú Pau, no te alcanzó la vida, me quedo para siempre con tu voz.

Y esta canción que junto con Humo me acompañó en mis ratos de llanto solitario hace cinco años cuando el maldito cáncer me arrebató a mi tío...

5 comentarios:

  1. Uno lo que siente y eso no es ser malo ni bueno.
    Los sentimientos son fruto de la vida y sus experiencias.
    En los tanatorios hay gente que incluso cuenta chistes... así de locos estamos.
    Hace mucho que no voy a entierros.
    Solo voy a los de la gente que he querido.

    Besos.

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    1. Que cierto Toro, los sentimientos son fruto de la vida, una persona puede ser muy buena para unos y no tanto para otros... también depende del momento vital. Besos de vuelta!!!!

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  2. Precioso texto, no me refiero a la situacion sino a la calidez de tu escritura. Un saludo. Siempre te leo.

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    1. Soy Eduardo Mancilla de letra chica.

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    2. Muchas gracias por pasar Eduardo y un honor que leas mis escritos, saludos!

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